Me fascina sorprenderte cuando me estás mirando, porque ya tus ojos no huyen de los míos. Me miras cautivadoramente invitando a que te atrape. Mas no sólo invita tu mirada, hay una sonrisa entre tímida y coqueta que advierte que te encanta este juego. Todo es subliminal, discreto, para los demás imperceptible completamente. No es mi imaginación, estoy segura. Hay algo en esas miradas que me atrae, el presentimiento de que únicamente a mí me las regalas.
No hay comentarios:
Publicar un comentario