Y despertarte cada mañana acordándote de él. Y preguntarte, con una sonrisa en la cara, qué hará en ese momento, si pensará en ti o si, simplemente, dormirá sin preocupaciones... Son preguntas que sólo te las puede responder una persona: ÉL.
Porque al acordarte de él te viene su cara a la mente, como una fotografía.
Le ves sonriendo y entonces a ti se te pone esa estúpida sonrisa de enamorada, que sale sola en la cara y no se puede remediar... ¿Pero que le vas a hacer si le quieres?
Porque al acordarte de él te viene su cara a la mente, como una fotografía.
Le ves sonriendo y entonces a ti se te pone esa estúpida sonrisa de enamorada, que sale sola en la cara y no se puede remediar... ¿Pero que le vas a hacer si le quieres?
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